FORMACIÓN
La información que aparece en este apartado es una ampliación del contenido del panel de la exposición.
Amanda es una persona de 46 años que trabaja a la carnicería de un supermercado, donde hace horario intensivo entre las 7h y las 15h. Lleva trabajando a esta empresa 9 años y no ha realizado cabe otra tarea. Previamente trabajó del mismo a una carnicería familiar.
Al supermercado hay mucha afluencia de clientes, por lo tanto, todo el día realiza el mismo trabajo: cortar piezas de carne y embutido, generalmente. Es decir, realiza siempre la misma acción física: impulsar con fuerza el brazo siempre en la misma dirección e intensidad. Esta acción, con el paso de los años, le ha ocasionado una tendinitis al codo derecho que le provoca dolor cada vez que la realiza.
Esto puede ser considerado enfermedad laboral, pero la mutua de la empresa no se lo reconoce, justificándole el dolor en un desgaste de la articulación fruto de la edad de Amanda. Ella sabe que no es cierto, pero tiene miedo de denunciar la empresa porque sabe que es difícil de demostrar y que la empresa tomaría represalias contra ella. Aun así, al continuar haciendo el movimiento el dolor se agravia cada vez más y Amanda realiza las tareas propias de su trabajo con más dificultad, el que también supone un riesgo para su continuidad, puesto que está perdiendo productividad.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN EN LA EMPRESA ACTUAL?
La carencia de formación o el tener una única y excesiva especialización puede dificultar la vida laboral de las personas, puesto que actualmente es muy difícil realizar siempre una misma tarea. Los constantes cambios sociales y tecnológicos hacen que aparezcan nuevas técnicas, máquinas o herramientas que implican aprendizajes nuevos para los profesionales que tienen que estar reciclándose o actualizándose continuamente. Si la empresa no se encarga de formarlos, esta tarea tiene que correr por su cuenta, con el gasto económico que esto supone, peligrando su puesto de trabajo a medio plazo si no se lleva a cabo.
¿QUÉ SE PUEDE HACER DESDE LA ECONOMÍA SOCIAL?
A pesar de los cursos que ofrecen las instituciones, estos van dirigidos a personas que están en el paro y no a personas que ya ocupan un puesto de trabajo, al considerar a las primeras prioritarias, puesto que los presupuestos son bastante limitados. Por lo tanto, se tienen que buscar otras vías de formación.
El cooperativismo se basa en que los trabajadores son los propios propietarios de la empresa, por lo tanto son los primeros interesados a estar muy formados y actualizados por el bien de la competitividad de su negocio. Es por esta razón que las empresas cooperativas siempre destinan una parte de sus presupuestos para la formación de los propios trabajadores, de forma que pueden reciclarse o actualizarse según las necesidades de la empresa y de los propios interesados. De este modo se garantiza una mayor seguridad de los lugares de trabajos en base a criterios de calificación y crecimiento profesional crecimiento dentro de la propia empresa.
¿QUIÉN LO ESTA HACIENDO?
Programa Fent Cooperatives de la Generalitat Valenciana: ayuda a la formación de los trabajadores de las empresas cooperativas.
FEVECTA. La Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado ofrece cursos de formación a trabajadores de empresas cooperativas. El año 2019 realizaron más de 80 cursos que beneficiaron además de 1200 personas.
MÁS INFORMACIÓN
BLOG FEVECTA: Artículo La regla del 2/40... Formarte o morir
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